BENEFICIARIAS DE JUNTOS EN LALAQUIZ INSTALAN PANADERIA COMUNAL

• 44 madres impulsan proyecto que genera ingresos adicionales al incentivo bimestral que les entrega el Programa.

BENEFICIARIAS DE JUNTOS EN LALAQUIZ INSTALAN PANADERIA COMUNAL
Mujeres quieren llevar producción a otros caseríos e incorporar tecnología para la producción

PIURA.- Para las beneficiarias del Programa Juntos del caserío Ullma en el distrito de Lalaquiz no hay obstáculos imposibles de superar si se trata de organizarse, planificar e impulsar actividades y proyectos que generen recursos adicionales al incentivo económico que perciben por parte del Programa, que le permitan alcanzar para su familia, una mejor calidad de vida.

Fue en los primeros días del mes de diciembre del 2009 en que las 44 madres de la zona decidieron rehabilitar un horno construído hace muchos años por los pobladores de Ullma a fin de poner en marcha una “panadería comunal”, la misma que inicialmente se instaló para elaborar pan para la venta y consumo de las propias beneficiarias, según indicó Teresa Tamaris López una de las impulsoras del proyecto.

El capital inicial que aportó cada beneficiaria para la primera faena fue de cinco soles pque permitió la compra de harina y otros insumos para la producción de 500 panes, señaló Teresa quien agregó que los panes tuvo tal aceptación que faltaron en las mesas de las familias de Ullma que anteriormente sólo consumían papa, yuca, camote, guineo, ocas y otros productos de la zona, pero menos pan.

Motivadas por la acogida de la población de Ullma y por los márgenes de ganancia de cada faena que llegaban entre 30 y 40 soles, las beneficiarias acordaron elaborar pan cada dos o tres días y no cada ocho días como lo hicieron en las primera semanas. Entonces los recursos que se obtenían fueron incrementándose y su distribución entre las 44 madres fue siempre de forma equitativa.

Juliana García Guerrero, otra de las impulsoras de esta actividad, refirió anteriormente para comprar y consumir pan los pobladores tenían que trasladarse a otros caseríos, lo cual significaba un esfuerzo mayor. “Sin embargo ahora pueden consumir pan del día, con sabor especial, hecho con nuestras propias manos y sobretodo con su compra nos permiten obtener ingresos adicionales para la familia”, comentó.

La beneficiaria señaló que se ha formado una directiva que administra la “panadería comunal” y que uno de sus primeros objetivos a consolidar en los próximos meses es construir un nuevo horno en un local apropiado. Para tal efecto las 44 beneficiarias viene aportando una cuota de 5 soles mensuales. “Ya tenemos una cantidad importante y esperamos en breve hacer realidad el proyecto”, añadió.

Juliana agregó que tienen proyectado llevar la producción a los caseríos de Maray, Tambo, San Lorenzo, entre otros. “Pero vamos a necesitar de una amasadora y cortadora y ya no elaborar panes de forma artesanal. Para ello vamos a gestionar un crédito o buscar una institución que nos financie y apoye para incorporar estas máquinas. La meta es formalizar una pequeña empresa”, indicó.

PIURA, 1 DE JULIO DEL 2010
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